No señores, no somos la otra españa

A propósito del viaje de un conocido…

Tenemos dignidad, moral. No soportamos las humillaciones de políticas migratorias impuestas arbitrariamente por gobiernos ineptos, que justifican sus acciones en pro de la “seguridad”. Deploramos a todos aquellos países que se sienten aun conquistadores; genocidas que toman lo que quieren y no aportan en nada. Ya han pasado muchos años desde que nos cambiaron espejos por nuestros tesoros más valiosos. No me dejan mentir los abogados, que aun en derecho internacional existe debate con el concepto de genocidio, por el pavor que les da a los españoles que califican su barbarie en América como tal.

No sería la primera ni la última, que nos rechazan como vulgares delincuentes, para después pasarnos por encima con el cuento del libre comercio y la “cooperación no reembolsable”. ¿Cuántas veces nos ven por encima del hombro, como si fuéramos un remedo de seres humanos?; como si no tuviéramos necesidades, deseos, frustraciones… claro, con la maldita dependencia económica del turismo, lo mejor es decir el clásico lema de Arias “Yes man, yes sir”. No se trata de complejos ni de "inferioridades"; esas son justamente las justificaciones de aquellos que les da miedo confrontar. Las cosas se dicen como son, y existe un claro menosprecio hacia muchos latinoamericanos por parte de mal llamadas "potencias". Ahora qué, cada vez que nos cometan una injusticia nos van a regalar un estadio o patrullas? Y que pueden hacer los gringos, darnos un trato preferencial en la exportación de hilos para los pantalones? O tal vez nos regalan un poco de bolsas de dormir usadas para que las usen los pobres policías costeros que todos los días tienen que cuidar que no se metan 900 millones de toneladas de droga…

No señores, nosotros no somos la otra españa (así, en minúscula, porque se lo merecen). Esa que cantaba Mocedades, donde nos pintaban como el querido hermanito menor. Eso sí, el hermanito raro. El salvaje. El que por extraño, es lindo, porque es inofensivo. Claro, ¿quien se imagina un mexicano jugando de creído con un español (imagínese a Rafa Marquez, que nadie entiende como ha hecho para quedarse en el Barça)? O a un pobre brasileño, que se les reconoce por fiesteros y que todos juegan al futebol? Obvio, si son latinos, de seguro andan droga, vienen a hacer algo malo, o posiblemente a quitarnos el empleo. Pero los desgraciados españoles (si, generalizo, y qué!) como nos meten a todos en un mismo saco, y no les importan las diferencias, les es más fácil justificar una estadística que un caso particular.

Para ellos pasará inadvertido un rechazo de uno más; de por sí, es el hermanito inofensivo, el que definitivamente vendrá por más, y seguirá pidiendo por el resto de los tiempos.

Lo dije una vez, y lo volveré a decir: YO NO ENVIDIO LOS GOCES DE EUROPA!!!! Ni tolero los tratos denigrantes hacia nuestros compatriotas. Enérgicamente les pido a todas las personas que hayan sido tratados indignamente en España que se pongan en contacto con este servidor.