jueves, 8 de agosto de 2013

La mercantilización y los valores en periodo electoral





Michael: "... We saw a strange thing on our way here. Some rebels were being arrested, and instead of being arrested, one of them pulled the pin on a grenade he had hidden in his jacket. He took himself and the captain of the command with him".
Guest: Ah, the rebels are insane!
Michael: Maybe. But the soldiers are paid to fight; the rebels aren't.
Hyman Roth: What does that tell you?
Michael: They can win

Esta brillante escena muestra un diálogo y un razonamiento muy claro, y fundamental en política: usted no puede comparar la compra de voluntades, cuando se tiene una visión de mundo que responde a los valores. Cuando se lucha por un ideal político que es movido para el beneficio de las colectividades, contrario al precio que se ponen muchos para venderse al mejor postor. El período electoral es la mejor vitrina para ver el desfile de oferentes; profesionales que se presentan como en galería, para ser electos por los partidos tradicionales quienes compran a estos mercaderes de voluntades. Por eso aplaudo públicamente a todos aquellos que entendieron que existe una gran responsabilidad en política; y es un deber aportar a las causas que se creen. Un comercial de televisión para un partido político no es solo un comercial, Sartori lo señalaba hace rato: se está canalizando a través de un medio masivo un mensaje que puede cambiar drásticamente las preferencias partidarias. Eso es lo que hacen los profesionales en política: responden a su visión de mundo y comprenden el verdadero valor de su trabajo.

En política no se vende el trabajo, ni tampoco se regala (aunque esta sea la excepción a la regla). En política las personas aportan lo que pueden para una causa que busca apoyar a muchos. Principalmente destacan en Costa Rica varios (demasiados) que se aprovechan de su supuesta “ética profesional” para realizar trabajos en posiciones tan antagónicas -políticamente hablando- que no comprenden que sus actos influyen directamente en las percepciones, posiciones, y toma de decisiones; no pueden ser minimizadas estas acciones como si fuera simplemente la venta de la producción para un cliente; totalmente diferente es el principio de entender que cada acción en período electoral debe apoyarse con base en valores políticos, y no en la cantidad de ceros en la transacción. 

Corleone lo entendió perfectamente: un “rebelde” lucha por justicia, por dignidad. Un soldado por dinero. En un sistema de explotación como el actual, indicaría que el “soldado” se venderá al mejor postor, pero el rebelde no. Y eso signifique que cuantas más personas entiendan este mensaje, y se adhieran a esta idea, podrán ganar. Podremos ganar.