martes, 12 de octubre de 2010

Autopistas del Relajo


La carretera hacia Caldera es el perfecto ejemplo de la incapacidad y del silencio complaciente y cómplice del Gobierno hacia un instrumento de crecimiento convertido en generación de riqueza para unos pocos, y de malestar general para muchos, por muchos años.

“Es groseramente notorio el rezago de nuestro país en infraestructura, así como su impacto sobre la competitividad de la economía y la calidad de vida de todas las personas obligadas a transitar por carreteras en malas condiciones”. Gracias por dar en el punto Doña Laura. En efecto, la indignación de la población es imposible de evadir ante una realidad de la concesión de obra pública caduca, desgastada, corrupta e ineficiente. Ni siquiera se tiene al final un producto mas o menos bueno, pese a que el Estado costarricense les concede la posibilidad de oro de cobrar histéricamente el precio de 5 peajes en una obra mal hecha. Las excusas de la empresa Autopistas del Sol se concentran en hablar de “desbordamiento de canales de riego en áreas privadas; situaciones climatológicas extremas, o hundimientos por motivos geológicos…” El ejemplo de Caldera expone perfectamente todos los riesgos identificables en un proyecto de concesión de obra pública.

1.Construcción: Parece que para hacer la “carretera” regaron un poco de asfalto y trazaron líneas, previendo que al menos se respetaran dos carriles. En los tramos donde caben más, hacen un carril extra de 200 metros en una carretera que se puede ir perfectamente a 100KM/h, lo que a la postre provoca que, justo cuando se acaba la carretera, en aproximadamente 2 minutos inmediatamente aparece el ceda… y eso sin entrar a valorar los costos ambientales, SOBRECOSTOS, y plazos.

2.Mercado: debido al peor diseño de todas las otras carreteras hacia Caldera, el mercado se establece con una demanda segura. Lo que molesta es entrar a revisar datos en cuanto a indización, tasas de interés y lo eventual: demandas seguras por incumplimiento de contratos, litigios legales y demás babosadas mal establecida que a la postre duran 15 años en tribunales para que luego se arreglen como Luis Miguel -por debajo de la mesa -.

3.Riesgos políticos: en este tema mejor ni hablar… ya de por sí el diseño del cartel, y tooooodo lo concerniente a la elección de la empresa genera más dudas que la próxima carretera que se va a construir a San Ramón (corrección: la carretera no se va a construir, se van a ampliar algunos tramos, delinear mejor y recarpetear en algunos lados)

Por todo esto es que es lamentable la declaración de la presidenta Chinchilla cuando en su artículo de opinión (http://www.nacion.com/2010-10-12/Opinion/PaginaQuince/Opinion2552352.aspx) manifiesta que: “los problemas hasta ahora enfrentados con el modelo de concesión de obra pública no nos deben llevar a condenar esta valiosa alternativa, o a renunciar a ella. Las experiencias pasadas nos deben motivar a extraer enseñanzas con miras a fortalecer el sistema y hacerlo más seguro, más eficiente, más confiable en todo sentido” ¿Por qué se debe confiar en un instrumento que hasta el día de hoy ha demostrado frustrantes resultados, amiguismos, problemas administrativos, expectativas político-electorales, fracasos en el análisis costo-beneficio, y demás repudiables prácticas por parte del contubernio de empresas privadas y los Gobiernos de turno?

Algunos alegan que un nivel técnico del más alto prestigio, tanto en la entidad reguladora, como en la unidad administradora de las concesiones solventaría el problema. Sin embargo, hasta no asegurar un nivel de independencia de la administración central y del regulado, la TRANSPARENCIA -que hasta el día de hoy no ha existido en este tipo de instrumentos- será la gran deuda del Gobierno ante el sistemático y legalizado robo a los usuarios.

1 comentario:

  1. Lo peor ea la gente(pegabanderas mejor dicho) que defiende esta "autopista" de 2 carriles, y la comparan con carreteras de hace 30 años.
    La flamante obra de 10 meses practicamente se esta derrumbando.
    Pero ya pasaron los tiempos en que el MOPT construia buenas carreteras,se nos vendio la idea de que el estado es ineficiente, la solucion es concesionar o privatizar los servicios.

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