jueves, 27 de enero de 2011

Descifrando el mensaje a partir de la reforma fiscal


Es un claro intento de intimidación y dominación lo que busca el Gobierno infundirle a los sectores más vulnerables de esta país con la reforma fiscal. Tratar de dar una impresión de” firme y honesta” sin pesar una estrategia real de financiamiento a partir de variables sostenibles en el tiempo. Un pequeño encadenamiento de hechos recientes puede tratar de explicar el punto, que va mucho más allá de la reforma fiscal.

El sentimiento de miedo/inseguridad en la sociedad costarricense se alimenta a pasos agigantados: miedo si no se aprueba el TLC, miedo si no se aprueba la “carretera” a Caldera, miedo si se va Industrias Infinito, y no quiere venir otra empresa a invertir, miedo de otros países que amenazan con atacarnos (¿Nicaragua?), entre otros.

Sin embargo, resulta que de todos estos miedos infundados, no teníamos ni idea que Nicaragua Nicaraguita pensaba quitarnos un pedacito de tierra para ¿hacer? su bendito “canalito”. El evidente ataque de Nicaragua, sumado a desafortunadas representaciones costarricenses en la OEA por parte del MRREE, han llevado a un complicado panorama a la mandataria.

¿Entonces qué? Como de todo lo malo se debe rescatar algo, el cheque en blanco que se solicita a la población diariamente por parte del Gobierno para generar apoyo irrestricto, ha servido como bandeja de plata para que los medios de comunicación nos informen de la Reforma Fiscal que pretende este Gobierno. Una reforma que no es una estrategia de financiamiento para reducir el déficit, sino más bien un intento más de resolver una ecuación matemática. Obviamente, si hay que joder a alguien restando platica, echémole la culpa al recurso humano que sostiene la gestión pública y al que los forma para ello: los funcionarios públicos y las universidades públicas. Ya con el FEES se habían desquitado y la pusieron in line; ahora viene el desprotegido grupo de funcionarios que nos formamos para realizar una labor diaria de sostenimiento del aparato público.

"Esto al revés dice" aclara: este Gobierno es formalmente de la señora Laura Chinchilla, pero no se engañen, que el que mueve los hilos es el binomio de los Arias (WOW, que descubrimiento!). Lamentablemente a Laura le pasa las de Abel; con el fin de prolongar el poder, se engaña a las masas (a poco más del 40%, que de por sí es lo que se necesita) para perpetuar al partido. Ya lo recalca la "encuesta" de CID-Gallup Mientras se reparten la piñata (o creerá el lector que la drástica sanción a los funcionarios públicos le cae a los altos mandos de este país) arreglan las cosas para que siga el hermano mayor a la cabeza. La reforma fiscal se va a hacer a la medida de los intereses de los sectores afines a los Arias, previendo que en 3 años asuma Rodrigo (para eso, ya La Nación se encarga de hacer una campaña mediática tremenda).
Lo interesante del caso es que los diputados del PLN, encargados de la aprobación de la reforma, son abiertamente “fans” de la candidatura de Rodrigo Arias, y además, abiertamente cuestionan y parece a veces que se convierten en oposición al Gobierno que les abrió la oportunidad de ser diputados. Son increíbles las contradicciones que surgen en la coordinación entre Casa Presidencial y los diputados del PLN.
Recuerde; cuando las protestas sobre esta reforma fiscal aparezcan, el primero que va a decir que es un nefasto atropello a la ciudadanía costarricense va ser: quien más, pues Don Rodrigo. ¿Por qué? Porque las críticas van a ir enfocadas al Gobierno fáctico de Laura Chinchilla, sin tener capacidad real de quitarse la bronca de encima, mientras que, el candidato del PLN va a salir como el representante que verdaderamente si está "a favor del pueblo". La idea que se pretende posicionar en el imaginario colectivo de los costarricenses es: esto no hubiera pasado con los Arias…

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