lunes, 2 de septiembre de 2013

Elecciones Presidenciales en Honduras: Resabios de un Golpe




El 24 de noviembre Honduras enfrentará un nuevo proceso electoral, el cual sin duda reflejará aun las repercusiones del Golpe de Estado propinado a Manuel Zelaya en junio del 2009. Honduras, siendo un país típicamente bipartidista con partidos políticos bastante antiguos (el Partido Liberal y el Partido Nacional), prepara su jornada donde resalta la participación de 9 partidos, entre ellos el de la candidata Xiomara Castro, esposa del depuesto Zelaya. El Partido Libertad y Refundación (Libre) tendrá que enfrentar a los dos partidos tradicionales y poseedores del monopolio de la representación en este país centroamericano: todo esto en el marco del duro golpe que sufrió la democracia en un país donde la pobreza supera los promedios en América Latina.

El Partido Libre liderado por Castro y Zelaya, se enfrentan a un Partido Liberal -antiguo partido de donde resultó electo Zelaya, pero que más tarde le negó su apoyo por el giro que tomaban sus acciones- que viene debilitándose desde su postura en relación al Golpe; y al Partido Nacional, actualmente en el Gobierno, principal opositor derechista y protagonista del Golpe en 2009. Pese a que la elección del presidente Porfirio Lobo se realizó con base en los mecanismos procedimentales  mínimos de una elección nacional, lo cierto del caso es que la comunidad internacional, y una gran parte a lo interno de Honduras vieron esta elección como una “transición forzosa” y maquiavélicamente calculada por parte del Partido Nacional.  La legitimidad de la misma quedó fuertemente cuestionada, colmada de denuncias por violaciones a los derechos humanos en lo que va del gobierno, entre los que destacan asesinatos, amenazas, y demás censuras contra varios periodistas, campesinos, mujeres, activistas y abogados entre otros. 

Según las encuestas, Xiomara Castro está sobre el candidato Juan Orlando Hernández del Partido Nacional, y un poco más abajo en las encuestas se encuentra Mauricio Villeda del Partido Liberal. Asimismo, irrumpe como outsider el Partido Anti Corrupción, liderado por el presentador de televisión Salvador Nasralla, quien ha afirmado que el fraude se estaría haciendo realidad en caso de ganar el Partido Nacional. A 3 meses de las elecciones definitivas, y con sesgos grandes en las encuestas, no se puede augurar un triunfo sencillo para ninguno de los candidatos. De hecho, quizás el elemento más evidente, es que las repercusiones del Golpe definirán, tanto al oficialismo como a la oposición, siendo que este trasfondo ya moldea el actual proceso electoral.

En el marco de esta elección, se destacan varios actores necesarios de tomar en consideración: la Iglesia Católica, las cámaras empresariales y los grupos civiles organizados tendrán una participación crucial en este periodo; todos ellos no pasan desapercibidos como generadores de opinión con influencia en la toma de decisiones. Otro factor a tomar en consideración será el contexto internacional: en ese sentido la posición del ALBA repercute fuertemente en el proceso electoral hondureño, y los ataques, apoyos y demás acciones que tomen los representantes de este grupo generan elementos relevantes en la construcción de preferencias. También,  el proceso electoral será acompañado por observadores electorales de la OEA, y si se toma como ejemplo el caso paraguayo (cuya democracia también sufrió por un revés técnico), parece que lo más adecuado para las elecciones en Honduras es que las observen la mayor cantidad de organismos internacionales legítimos y capacitados para la ocasión. La observación internacional puede ser un  generador de confianza para la ciudadanía, lo que fortalece y empodera a la ciudadanía en pro de buscar la mayor participación. Asimismo, la observación se encuentra con otros elementos que tradicionalmente han incidido en las elecciones en América Latina: en el marco de esta elección, otros viejos vicios de los procesos electorales no pierden vigencia: dinero ilícito, narcotráfico, crimen organizado y acciones al margen de la ley, exigen de este proceso electoral mayor control y autonomía del organismo electoral, y definitivamente transparencia en toda la toma de decisiones de los partidos, sus candidatos y los actores alrededor de esta importante elección. 

Puede encontrar este mismo artículo de opinión en: http://www.asuntosdelsur.org/elecciones-en-honduras-resabios-de-un-golpe/

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