miércoles, 17 de febrero de 2010

“Voté por Laura para presidenta, y por los diputados del libertario; creo que fue una sabia decisión”


Esta frase la escuché decir. No se vaya a equivocar el lector. Una compañera de trabajo me comentaba al día siguiente su “histórica” elección. Justamente al respecto, me interesa reflexionar sobre la “sabia” decisión que tomó.

Antes que nada pienso cuáles son los criterios para considerar sabia una decisión de ese calibre. Exactamente cuál es su visión de mundo, que espera de Costa Rica con tomadores de decisiones con ese perfil? ¿Será que sus criterios de sabiduría, tienen que ver con cuáles partidos movilizan más dinero para formar su base de votantes a partir del marketing político? ¿O será acaso que le parece una propuesta formidable -sabia- llevar la campaña política a punta de beligerancia, de manera el partido en el gobierno pueda defender sus intereses? O será quizás que considera que los diputados del movimiento libertario han demostrado independencia de criterio y han legislado a favor de la gran mayoría de los costarricenses? Posiblemente es porque ellos muestran “mano dura” contra la delincuencia; no a la alcahuetería y otra serie de slogans que me recuerdan a los anuncios clásicos que logran su objetivo con base en repetición de ideas.

Me gustaría saber que había detrás de esa sabia decisión… será que parece sabio cuando se promueve mayor exclusión entre la mayoría de las personas, desigualdad social con base en el retrógrado pensamiento de la “clase” entre unos y otros, disminución de las oportunidades para las personas con más necesidades, repartimiento de beneficios selectivos entre los que ayudaron al partido… tal vez sabio es apoyar la minería a cielo abierto, la deforestación de árboles protegidos, la justificación de la barbarie minera por medio de las oportunidades de trabajo, la supresión del agua para las comunidades a costa de otorgarlas al desarrollo del deporte (canchas de golf).

Debe ser sabio trabajar para Laura o los libertarios; son los que tienen propuestas políticas más inteligentes (según lo manifestaron sus líderes en los debates y en los anuncios que pasaban cada 3 minutos), además ellos están a favor del desarrollo y grandes personalidades les han dado su adhesión. Sin duda debe ser sabia la decisión de optar por una presidenta firme y honesta, y por diputados que están en contra de la alcahuetería, ¿o no?

Prefiero no emitir un criterio directo y puntual sobre la sabiduría de esta persona; sin embargo, esa es una elección democrática que la hicieron muchos compatriotas. Quizás la democracia tenga que entrar en cirugía después de 4 años, pero democrático es elegir a los gobernantes libremente… porque no hubo presiones para escoger a nadie. Nadie me puso una pistola para que me tragara los anuncios de la patriótica costarricense, o al maje que salía chingo llorando porque le robaron el perro. Tampoco nadie me obligó a montarme en alguno de los ochorrocientos mil carros que tenía el PLN, ni tampoco nadie me obligó a creer en las encuestas que mostraron a Laura siempre muy por encima de todos los demás candidatos. Además, nadie nunca me dijo que el dinero de Otto era mal habido; eso fue una donación de una abnegada profesora. Si alguien quiere donar, porque lo va a restringir uno?? Que culpa tiene el candidato verdad?

Supongo que la sabia decisión de mi compañera era mantener el status quo; ese sistema que le ofrece muchas oportunidades de ir al mall (pero no al de San Pedro, fuchi!), de ir al cine alternativo en Lindora, de comer sano en Applebees y de identificarse con la presidenta de todos, y los altaneros diputados libertarios. Esa es una sabia decisión, que nunca compartiré 

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