Michael: "... We saw a strange thing on our way here. Some rebels were being
arrested, and instead of being arrested, one of them pulled the pin on a
grenade he had hidden in his jacket. He took himself and the captain of the
command with him".
Guest: Ah, the rebels are insane!
Michael: Maybe. But the soldiers are paid to fight; the rebels aren't.
Hyman Roth: What does that tell you?
Michael: They can win
Esta brillante escena muestra un
diálogo y un razonamiento muy claro, y fundamental en política: usted no puede
comparar la compra de voluntades, cuando se tiene una visión de mundo que
responde a los valores. Cuando se lucha por un ideal político que es movido
para el beneficio de las colectividades, contrario al precio que se ponen
muchos para venderse al mejor postor. El período electoral es la mejor vitrina
para ver el desfile de oferentes; profesionales que se presentan como en galería,
para ser electos por los partidos tradicionales quienes compran a estos
mercaderes de voluntades. Por eso aplaudo públicamente a todos aquellos que
entendieron que existe una gran responsabilidad en política; y es un
deber aportar a las causas que se creen. Un comercial de televisión para un
partido político no es solo un comercial, Sartori lo señalaba hace rato: se
está canalizando a través de un medio masivo un mensaje que puede cambiar
drásticamente las preferencias partidarias. Eso es lo que hacen los
profesionales en política: responden a su visión de mundo y comprenden el
verdadero valor de su trabajo.
En política no se vende el
trabajo, ni tampoco se regala (aunque esta sea la excepción a la regla). En política las personas aportan lo que pueden
para una causa que busca apoyar a muchos. Principalmente destacan en Costa Rica
varios (demasiados) que se aprovechan de su supuesta “ética profesional” para
realizar trabajos en posiciones tan antagónicas -políticamente hablando- que no
comprenden que sus actos influyen directamente en las percepciones, posiciones,
y toma de decisiones; no pueden ser minimizadas estas acciones como si fuera
simplemente la venta de la producción para un cliente; totalmente diferente es
el principio de entender que cada acción en período electoral debe apoyarse con
base en valores políticos, y no en la cantidad de ceros en la transacción.
Corleone lo entendió
perfectamente: un “rebelde” lucha por justicia, por dignidad. Un soldado por
dinero. En un sistema de explotación como el actual, indicaría que el “soldado”
se venderá al mejor postor, pero el rebelde no. Y eso signifique que cuantas
más personas entiendan este mensaje, y se adhieran a esta idea, podrán ganar.
Podremos ganar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario